Daelia.
Son las siete de la mañana y aún tengo algunas cosas que haces antes del viaje de esta noche, hablé ayer por la tarde con los tíos de Flor. En este momento me encuentro en un taxi de camino a mi mansión.
Al llegar bajo del taxi y entro rápidamente. Flor y sus familiares se encuentran esperando.
—Buenos días, siento la espera.
Flor besa mi mejilla y me regala un abrazo, creo que siempre que me mira recuerda a su hermana menor.
—No te preocupes, Daelia, nosotros también acabamos de llegar. Te presento a mi tía Lidia, ella se encarga de la decoración de interiores.
—Es un placer —digo, mientras estrecho su mano.
—Ellos son mis dos tíos favoritos, ambos son arquitectos. Leo y Mateo.
—Es un gusto —también estrecho las manos de ambos.
—El placer es nuestro. Flor nos comentó
