No entiendo lo que pasa conmigo, pero la voz tranquila y delicada de esta mujer me volverá loca, no lo soporto. ¡Quiero agarrarla del cabello y estrellar su cabeza contra la mesa! —Kadin, con todo respeto, sus ojos son preciosos, ¿usted es así de nacimiento? —¡¿Podrías hablar un poco más fuerte, linda?! No logro escucharte. —Daelia, ella es una dama de clase alta, no necesita levantar la voz, tú deberías de aprender de ella, creo que te vendría bien aprender a comportarte como una dama —me dice Yaman. —Nadie pidió tu opinión, cierra la maldita boca, Yaman. ¡Estoy harta de tus reclamos estúpidos y esa actitud pasiva agresiva! ¡No quiero a esta mujer en la mansión y no tocará a Iyad! Si él quiere casarse con ella será cuando camine y se encuentre como antes. —Bueno, dices que te comun