Daelia. Despierto y veo a Umur y Sila frente a mí, viéndome. —¿Qué pasa con ustedes dos? —pregunto. —Yo solo vine para decirte que esos dos están en casa y que enciendas el otro celular, no podre venir a verte desde ahora y que Nazan me felicito por el cuadro, la idiota no se dio cuenta ni sospecha, bueno, debo irme, te quiero, Dalia. —Yo también te quiero, Sila. Ella me da un abrazo y sale rápidamente de mi habitación. —Buenos días, Kadin, siento entrar de esta forma a su habitación, primero, la sopa estaba deliciosa y lo segundo es que tengo una buena noticia. —Dime, Umur. —El operativo comenzó hoy, los paquetes con el medicamento llegarán a Turquía dentro de tres días. Murat envío a tres de sus hombres con una orden para colocar cámaras de seguridad en la bodega, así sabrem