—« Se dice que: "los ojos de las personas son las puertas hacia su alma" »—digo tocando su cabello suavemente, suelto un suspiro—Catelyn tu alma está vacía y tan temerosa, tienes muchos miedos, si quisiera dañarte lo hubiese hecho hace tiempo así que no tienes que desconfiar de mí. Aunque en el fondo no puedo dejar de comprenderte a la perfección, se bien porque existe desconfianza. Aleja mi mano de su cabello con su mano derecha—Sin embargo, si quisieras destruirme podrías hacerlo en menos de un segundo—dice sería sin mirarme, es obvio que lo ha estado pensando desde que nos conocimos, no, desde que nos pusimos de acuerdo para acabar con los cazadores. Si, es cierto, podría, no obstante al momento de hacerlo me destruiría a mí al mismo tiempo—digo mientras con mis brazos la envuelvo en