Reís estaba terminando de prepararse, su madre al verla vestida de novia comenzó a llorar, ella le dio un abrazo y le dijo. __ Te deseo toda la felicidad del mundo mi pequeña. __ Ya no soy tu pequeña mamá. __ No importa cuantos años tengas tú siempre serás mi pequeña. Reís se miró en el espejo, su vestido era sencillo pero hermoso, tenía un escote corazón, en la cintura pequeños diamantes incrustados una voluminosa falda estilo princesa. Su madre le ayudó a ponerse el velo, ella lo había hecho especialmente para ella, había bordado hermosos lirios blancos, Reís al ver el hermoso velo que su madre había bordado durante meses le dijo. __ Muchas gracias mamá, es precioso. __ Me alegro que te guste. El barón Bowden tocó la puerta con los nudillos y pregunto. __ ¿Puedo pasar? __ Claro

