Cenar con ella en esta ocasión ha sido completamente diferente, no hemos divertido mucho contándonos anécdotas y conociéndonos como no lo habíamos hecho hasta ahora, pero en estos momentos todo es diferente. Después de haber disfrutado de los exquisitos platos preparados por uno de los mejores chefs de la ciudad, la he llevado a recorrer cada rincón de la casa y a ella le ha encantado. Es una mujer con un gusto exquisito y sabe apreciar a la perfección cada detalle de decoración y arte de esta casa.
Mi mano no suelta la suya después de haber recorrido todo el primer piso de la casa y ahora con mi corazón galopando a mil por hora, vamos subiendo a la segunda planta de esta casa. Vuelvo a sentirme ese adolecente que estará por primera vez con una chica y tiene miedo de hacer las cosas mal,
