Entro a la habitación y suspiro, no puedo creer que me metiera en todo esto, yo podría estar en mi casa ahora mismo viendo una película o una serie en la comodidad de mi cama, y no, estoy aquí en está casa que me provoca incomodidad, con una chica tratando de seducirme y con otra que me confunde cada vez más. Me recuesto en el sofá poniendo las manos detrás de mi cabeza. Me dijo que se excitó viéndome pelear, eso será algo bueno o no, puede ser bueno, por lo que me dijo hace mucho tiempo que no le pasaba, pero, si lo que la hizo excitarse fue otra cosa y no yo, después de todo, vio demasiados hombres medio desnudos. Cierro los ojos con frustración. —Jonás. Escucho a lo lejos la voz de Ainhoa hablándome. —¿Te quedarás a dormir en el sofá? —pregunta y abro los ojos asustado—. Lo siento n