Regresamos a Denver en el avión ya que somos demasiados. Apenas aterrizamos y nos despedimos, todos tenemos que volver a la rutina. George nos está esperando en el aeropuerto, llegamos a la casa y voy a darme una ducha, mi brazo ya tiene más movilidad y aunque aún no se me caen los puntos por completo ya no tengo dolor.
—¿A dónde vas amor? —me pregunta Ainhoa mientras me cambio.
—Quiero ir a la oficina, solo para revisar algunas cosas.
—No sé si sea una buena idea.
—Ya estoy bien mi vida, de verdad.
—Bueno, yo tengo que hablar con Naia, necesito que vaya a New York, hay cosas pendientes y no quiero viajar por ahora.
Me acerco y le doy un beso.
—Santi y yo estamos bien.
—Lo sé, pero prefiero no viajar.
—Esta bien.
Me despido y me voy a la oficina, al llegar encuentro a Adian muy
