Los golpes que Erik recibía estaban cargados de rabia, desesperación y odio, Magnus necesitaba desquitarse con alguien y en el fondo sabía que debía de hacerlo con su hermano, el cual aún no quería hablar sobre donde se encontraba Klaus con Adelaida. Habían pasado tres días y el mafioso Nyhus no había conseguido nada, ninguna pista o una rata de Klaus que quisiera hablar. El hecho que su pareja se encontraba desaparecida con sus hijos le causaban aún más terror, sus nudillos se encontraban rojos y con ciertas heridas ante los constantes golpes que le daba a su hermano. Bard era quien siempre controlaba la situación, sabía que, si dejaba a Magnus por mucho tiempo con Erik, este último terminaría muerto sin poder soltar alguna información. Sin embargo, para ambos hermanos Nyhus sentían que
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