[SERENA] Al día siguiente: 25 de octubre Málaga, España Nuestros amaneceres solían ser así antes de aquella pesadilla que nos separó, y a decir verdad, los echaba muchísimo de menos no solo despertar a su lado, si no sentir que lo único que me cubriese al despertar fuese una tímida sabana y sus manos rodeándome. Intento mantenerme quieta para no despertarle, pero creo que él ya está despierto. A pesar de que no puedo ver su rostro porque estoy de espalda a él, siento sus dedos moviéndose ligeramente sobre mi piel haciéndome sonreír y como si esto no fuese suficiente, sus labios comienzan a depositar cortos besos por toda mi espalda. —Buenos días.— Digo e intento darme la vuelta, pero él simplemente continúa besándome sin parar. —Buenos días.— Responde él mientras que mueve mi cabel