Oficialmente, te quiero
Graciela
Lucas me pidió que le demostrara que lo quiero, y a pesar de que le he plantado un beso, siento que no es suficiente. Siento que necesito darle más, que quiero entregarle mi corazón ermitaño sin detenerme a pensar en lo que pueda venir después.
Es algo loco... y maravilloso, pero ya tendré tiempo para demostrar(nos) que todo lo que he dicho es cierto, que sí, lo quiero, aunque a mí misma me sorprenda. Lo quiero con el cariño de la ilusión, que día a día va ganando territorio en todos mis sistemas.
Sí, loco y maravilloso.
—Vaya —murmura, apartándose de mí para recuperar el aliento—. ¿Eso fue un “cállate maldita sea” o un “sí, te lo demostraré”?
—Un poco de ambos —sonrío—. Lucas, escúchame —me paro en puntitas de pies para tomar su rostro entre mis man
