Faby...
—¿Puedo quedarme con la fotografía? Quiero tenerla para ver el rostro de mi madre.
—Por supuesto, Faby, también las fotografías de tu padre, todas son tuyas.
—Gracias, tía.
—Pequeña, ¿quieres que nos hagamos una prueba de ADN?
Ahora que me acuerdo, tenía una pregunta importante que hacer a todo esto.
—¿Qué tiene que ver Uriel en todo esto? No entiendo, él te odia.
—Esa es una explicación sencilla, yo tuve una relación con el padre de Uriel, y hubo muchos problemas, por eso él me odia, no quiero hablar de eso en este momento.
—Te entiendo, es tu vida privada y no debí preguntarte.
—Eres mi familia, Faby, ahora estamos juntas y eso es lo único que importa.
Ella se levanta y me da un fuerte abrazo.
—¿Tienes hambre, Faby?
—Sí, muero de hambre, tía Ámbar.
—Que lin
