Faby Jones.
Después del desayuno Uriel me lleva a un lugar, no sé lo donde me llevará, pero espero que lleguemos pronto. Tenemos como una hora de camino. Ahora que me doy cuenta ya pasamos por este mismo lugar dos veces.
—Uriel, dime algo.
—Dime, hermosa.
—No tienes idea en donde estamos.
—Sí, sé en donde nos encontramos, es solo que lo olvide
—¡Es enserió! Tenemos más de una hora dando vueltas.
—Te quería llevar a un lugar especial, pero no recuerdo donde esta.
—No te preocupes, solo llévame a casa, me siento mal.
—¿Te duele el vientre, Faby?
—No, pero me siento mareada.
—No tenemos que detenernos, porque acabamos de llegar.
—Vamos, hermosa.
Uriel detiene el auto, me quito el cinturón de seguridad y bajo del auto, siento que voy a vomitar además, siento de que todo me
