Uriel Rume.
No puedo evitarlo más, quiero hacer el amor con Faby, pero ella está un poco asustada. Nunca la tocaré a menos que a ella me lo pida, tengo que calmarme. La tomo en mis brazos y la llevo a su habitación.
—¿Qué haces, Uriel? —me dice muy sorprendida.
La dejo sobre su cama.
—No quiero que hagas algo de lo cual te arrepientas, mejor piensa y después hablemos sobre eso, Faby.
—Sé que no tengo experiencia, como esa mujer con la que estabas esa noche.
No sé por qué se está comparando con ella. Faby nunca podría compararse con ninguna mujer, ella es única.
—No quiero que pienses eso, hablamos mañana.
Salgo de la habitación de Faby. No entiendo lo que está pasando conmigo mismo, es extraño, tengo que hablar con Alonso.
Bajo y salgo al patio para hablar con
