Faby Jones.
Entro a la habitación de Uriel, no puedo ver por la oscuridad, me siento a su lado en la cama para tratar de verlo por la poca luz que entra a su habitación por la ventana.
No puedo hacer esto, no quiero faltar el respeto, es su privacidad.
Estoy a punto de levantarme y él me sujeta de la muñeca.
—¿Faby, que haces aquí?
—¡No, hago nada, lo siento!
Intento soltarme, pero él me sujeta con fuerza.
Se levanta un poco y me jala hacia él.
Estoy casi sobre él, siento que me dará un ataque.
—¿Tienes curiosidad, Faby?
Su voz es irresistible, ahora si creo que estoy loca.
—No, so... lo... yo no.
No puedo hablar, puedo sentir su aliento a mentolado impactar en mi rostro, una corriente recorre por completo mi cuerpo, no puedo evitarlo y sé que él lo ha notado.
Él se
