Unos golpes en la ventana de la camioneta , me hicieron pegar un brinco de susto. Baje el vidrio con lentitud. Era uno de los hombres de Steven.
-¿Necesitas algo?- Su nombre creo que era Ángel , uno de los mejores hacker que podía tener mi esposo.
-Señora , necesito que me acompañe – mire nerviosamente a Rubén , el cual se mantenía tenso en el asiento de piloto – Por favor, no lo haga esperar más , tiene ahora mismo un carácter de perros – El joven , me rogaba con su voz , que bajara . Baje de la camioneta con la ayuda del muchacho.
-Los hombres deben quedarse aquí- comento mirando a los siete hombres que me acompañaban – Al jefe no le gustará que llegue con ellos.
-¿Para que me quiere? – Sin soltar su mano , empezamos a caminar- Quédense aquí , por favor – los hombres asintieron tit
