Kyomi salió del hospital a toda prisa, no quería encontrarse con sus compañeros y tener que dar explicaciones, si antes era la comidilla de todos, ahora sería el hazme reír, la burla, el payaso, sería una asesina. Ella no quería eso, se abrigó bien y caminó a paso firme por la acera, estaba huyendo no sólo de ella y de sus compañeros, Yun venía justo detrás.
—¡Detente! — exclamó él cuando la alcanzó para sujetarla del brazo.
—¡Déjame!.
—Puedes enojarte conmigo si eso te hace sentir mejor, pero no voy a dejarte — dijo Yun y la abrazó sin importarle mucho que alguien los viera.
Kyomi empezó a llorar y por fin sintió que ese nudo el cual se había atorado en su garganta por fin se desataba.
—Yun… yo no quería, fue un accidente, yo… yo no quería hacerle daño…
Yun acarició la cabeza
