––Muy bien chicos, venid a firmar unos papeles - - - Nada más estar fuera de la capilla, con el certificado de que estamos casados y las fotos, abrazo a Isis, y hundo mi cabeza en su cuello. ––Joder te quiero, nena, te quiero, te quiero, te quiero. No te vas a arrepentir de esto, lo prometo. Abraza mi cintura, ríe sin parar. ––Te quiero mucho. Quiero que ya llegue mañana para que los demás lo sepan. Asiento pegado a ella, y bajo mi mano por su cuerpo hasta entrelazar nuestros dedos. Caminamos en silencio hasta el motel, y al pasar por delante de un bar logro ver la hora. ¡Las dos de la mañana! –– ¿Tienes sueño? –le pregunto. ––No he estado más despierta en mi vida, si te digo la verdad. Sonrío ladinamente, y cruzamos todo el camino de tierra hasta el coche en silencio. ––Perfect