Capítulo 38

1935 Palabras

Ardía de rabia, y mi corazón dolía, vivía con ése hecho día a día pero que él me lo recordara de esa manera dolía mucho, sé que le quite mucho, un hijo y que eso es imperdonable, pero yo no tengo la culpa de que mi hermano me haya querido tanto como para dar su vida por mí. Mientras conduce ríe burlándose de mi sufrimiento. Como me arrepiento de no haberle avisado a mis padres que venía, quería darles una sorpresa pero bueno. —Hemos llegado, querida. Se estaciona y baja del auto, abre la puerta de los asientos traseros y me saca con malicia, sus dedos se clavan en mi piel, y lo siento arder. —Camina —Me empuja a la fuerza y me guía hacia casa que más bien parece una chosa, alrededor solo puedo ver árboles, nada más. Pienso en mi celular cuando recuerdo mi maleta, él no me ha quit

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