—No creo que nos hayamos mudado en un lugar peligroso.
Él le toca el pelo con ternura, sus ojos al mirarla sólo expresan una cosa: amor, y es muy notable.
—Me alegra más de lo que no te imaginas volver a verte —El rubio se acerca a Laura y le da un pequeño abrazo —. Ya no estaba seguro de tener esposa.
—Yo también la extrañé.
Laura y yo nos sentamos en la sala mientras la pareja va a la cocina por un momento, con lo poco que he podido percibir son muy unidos.
—Gracias por traerme, puedo regresar sola, no quiero quitarte más tu tiempo —Me dice Laura mirándome a los ojos.
—No te preocupes, te he traído y te llevaré de regreso, tranquila.
Asiente sonriendo.
—Está bien.
Cuando la pareja regresa, Laura se va con Paula, y yo permanezco platicando con Edward. Pasa media hora cua
