14

1687 Palabras

Una mañana cuando llegamos al taller está lloviendo tan fuerte que atravesamos por recepción hasta el despacho. —Como llueve, ¿no jefe? Buenos días, Gina. —Hola, Ben —digo. Blake gruñe y se revuelve el pelo mojado. Dije que tendríamos que haber salido con paragüas. Me coge de la mano y me lleva hasta la puerta del despacho que conecta con este interior. Si no hubiera una tormenta tan intensa seguro que hubiéramos escuchado antes de abrir la puerta. —¡j***r! Cerramos la puerta enseguida y no sé si reirme o preocuparme de que me esén arrugando todos los papeles. —¿Y ahora qué? —dudo. —Yo te he dicho que era un día de mierda y tendríamos que habernos quedada en casa a follar como ellos. Estoy a punto de admitirle que tiene razón, pero se escucha el ajetreo dentro del despacho y

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR