[KIRAN] Al día siguiente: 29 de septiembre El movimiento del yate sumado a la luz del sol que se asoma por los pequeños cristales de este camarote me hace abrir mis ojos para encontrarme con el paisaje más divino del mundo a mi lado, ella abrazada a mi cuerpo. Su anatomía completamente desnuda me hace sonreír como un tonto y recordar lo increíble que la pasamos anoche me hace saber que entre ella y yo cada vez son menos las huellas del pasado. Esto que hoy pareciera ser un milagro de la vida, antes para mi era lo más común del mundo. Aixa y yo estábamos acostumbrados a ser una llama constante, amanecer así parecía haberse convertido en una rutina y tal vez en su momento no le dimos la importancia que debimos, pero ahora me doy cuenta de que lo que para nosotros puede llegar a ser algo