Ella quería la boda de sus sueños, y su padre se lo ha cumplido. La decoración fue perfecta. La escalera blanca que emprendía camino al salón estaba llena de flores y velas que hacían emotiva la entrada a la celebración. Los colores claros y acentos de iluminación en color rosado hicieron que el salón de fiesta pareciera sacado de una película.
Ella entera era un sueño hecho realidad. Se veía hermosa con su delicado y sensual vestido de novia. Al verla entrar a la iglesia bajo el sonido de la marcha nupcial; me pareció haber visto una alucinación. Era imposible que tanta belleza estuviese caminando hacia mí para unir su vida a la mía.
Lo que más recuerdo de aquel día son sus votos en nuestra unión religiosa.
"Junto a ti he aprendido muchas cosas de la vida. He aprendido que las cosas no
