La comida esta casi lista para la cena, pero tanto mi padre como Pablo siguen encerrados en esa oficina y yo no se si deba ir e interrumpirlos; ¿Y si están discutiendo nuevamente? Me pregunto a mi misma mientras termino de colocar los platos en la mesa y miro hacia la puerta de la oficina como queriendo ver a través de ella. -Hija, tranquila... si tu padre ha dicho que lo aceptaba es porque lo hará.- Comenta mi madre al verme tan preocupada. -¿Y si están discutiendo nuevamente?- Pregunto preocupada. -Ya estaríamos escuchando los gritos.- Bromea mi madre y no me da mucha paz sus palabras. Una vez que todo está listo, decido subir al cuarto para darme una ducha y cambiarme antes de que lleguen los amigos de mis padres. Cierro la puerta de la habitación, alisto la ropa encima de la cama,