Entro nuevamente a su habitación, pero esta vez unas cosquillas en todo mi estómago me invaden haciéndome sentir como una adolescente. Nunca me había quedado en la casa de la familia de un novio mío; esto si que es nuevo. -¿Quieres que te preste una camiseta?- Me interrumpe su voz. -Eh si claro...- Logro responder mientras regreso a la realidad. Siento sus brazos rodeando mi cintura desde atrás y pega su cuerpo al mío. -¿O prefieres dormir sin nada puesto?- Propone y ríe pícaramente. Inclino mi rostro para verlo y le sonrió -Ya mucha vergüenza me da dormir contigo en casa de tu familia como para sobre eso dormir desnuda. - Respondo haciéndole reír. -No sientas vergüenza. - Dice a mi oído y planta un beso en el cuello -Mi familia es de mente muy abierta.- Añade y besa esta vez mi espal