Juegos En El Bar

962 Palabras
**Chicas, ¿Dónde están?** Les escribo en el grupo de w******p mientras Pablo aparca el auto. No puedo creer en la situación que me encuentro. El padre de mi hijo, su prometida y yo en el mismo auto; ni en mil vidas me hubiese imaginado una situación así. **Estamos en la entrada del bar, hemos traído refuerzos jaja.** Escribe Tania y solo puedo reirme. **¿De qué hablas? Jajaj.** Le escribo y me quedo mirando la pantalla al ver que está escribiendo. **Cuando llegues a la entrada veras.** Guardo el móvil en mi bolso y me quedo preguntándome a mi misma de que están hablando. Una vez que Pablo aparca, bajo del auto y comienzo a camina hacia la entrada del lugar. –Alexia, espera.- Dice él, pero sigo caminando. Al llegar a la entrada, no doy crédito a lo que veo. Cintia y Vicky están con sus novios; Tania esta con el tío que la trae loca, y junto a ellos hay otro hombre que no conozco. -¡Hola!- Digo con entusiasmo y los saludo uno a uno. -Alex, el es Diego. Diego, ella es Alexia.- Nos presenta y yo me la quedo mirando totalmente sorprendida. -Un gusto Diego.- Digo y bueno, debo admitir que es un buen plan. Traerme a un hombre que parece sacado de una revista... alto, cabello n***o, ojos color miel, y bueno... que va al gimnasio.  Pablo y Natalia se acercan a nosotros junto a otros amigos de ellos que al parecer los estaban esperando y se me queda mirando. –Los presento. Pablo, ellas son Vicky, Samuel, Cintia, Maximiliano, Tania, Eduardo, y Diego.- Digo señalando a cada uno de ellos. -Mucho gusto.- Dice de manera amable y luego presenta a todos sus amigos. -¿Entramos?- Propone y comenzamos a entrar al bar. Mientras caminamos al área reservada, Tania se acerca a mí. –No te preocupes, Diego sabe que esto no es enserio. Solo vino para ayudarnos... esa rubia me cae mal.- Dice refiriéndose a Natalia y ambas reímos. –Se ve antipática, y además tú eres diez mil veces más guapa.- Continua diciendo y solo puedo reír. -Gracias amiga, pero está comprometido con ella.- -Hazle ver lo que se está perdiendo.- Sugiere. -La última vez que te hice caso en algo, quede embarazada... mejor déjame hacer las cosas a mi manera y tu disfruta con tu chico.- Digo entre risas pero ella me mira seria. -A mi no me culpes de que no hayan usado condón.- Replica y ambas reímos. -Ahí llevas razón...- Digo y ella se aleja para ir con Eduardo. Una vez que todos estamos en el área reservada pedimos los tragos y en mi caso uno sin alcohol bajo la estricta mirada de Pablo a quien veo soltar a su novia y acercarse a donde estoy sentada. –Permíteme.- Dice tomando el cenicero que esta sobre la pequeña mesa y pidiéndole a la camarera que se lo lleve. -¿De verdad?- Le pregunto en lo que es casi un susurro y él me mira asintiendo. -El humo del cigarrillo es malo para ti y para el bebe.- Dice y vuelve con ella. La mirada de Tania es de absoluta sorpresa y yo solo puedo encoger mis hombros como diciéndole "así es el." -¿Bailas?- Pregunta Diego acercándose a mí y le sonrió. -Vale.- Respondo y me pongo de pie para alejarnos de la mesa y comenzar a movernos al ritmo de la música de moda que suena a todo volumen. Todos comienzan a hacer lo mismo hasta que llega ese instante que no quería ver; el de Pablo bailando con ella. Se mueve rozando su cuerpo y lo besa de una manera que me hace ver que en donde ella menos quiere estar es aquí; si no en una habitación comiéndoselo a besos. -No lo veas.- Me dice Diego y me quedo en shock. -¿Cómo sabes?- Pregunto asustada. -Tania me dijo, pero no te preocupes; soy una tumba.- Me asegura. -Me duele verlo así.- Le comento. -Yo no entiendo como un tío puede pasar de ti, eres desjuiciadamente bella.- Me comenta y lo miro con dudas. -No te fijes en mí.- Le pido. -Tranquila, estoy aquí solamente para que él se dé cuenta de lo que se está perdiendo.- Me asegura. –Confía en mí.- -¿Por qué debería hacerlo?- Le pregunto mientras siento como su mano va subiendo y bajando por mi espalda. -Digamos que no soy un tío que esta para enamorarse ni que se enamoren de el... estoy acostumbrado a estar cerca de mujeres pero sin enamorarse de ellas.- -¿Te explicarías mejor?- -Alexia, soy stripper... ¿vale?- Me confiesa y me quedo sin saber que decir. -Eh ya... ahora entiendo porque pareces un modelo.- Digo entre risas y el ríe conmigo. -¿Y cómo conoces a Tania?- Pregunto algo asustada por lo que pueda ser su respuesta. -De una fiesta, pero no pienses mal; ella y yo no nos acostamos.- Dice riéndose. -Ya... entonces digamos que estas aquí por motivos profesionales...- -Algo así... es un favor.- Comenta. -De acuerdo, entonces confió en ti.- -Muévete al ritmo de la música de la manera más sensual que puedas.- Me pide. –Has de cuenta que intentas seducirme.- -¿Te has vuelto loco? Conseguiré todo lo contrario con Pablo.- -Créeme que no. Esta con ella, pero no te quita la mirada de encima. Esta demasiado confundido.- -Como digas.- Digo dándome por vencida y me doy vuelta para bailar de espaldas a él. Comienzo a moverme al ritmo de la música siguiendo sus consejos. Me dejo llevar y son las manos de Diego guiando mis brazos y su aliento sobre mi cuello los que van haciendo que me atreva a moverme como lo hago sintiendo la mirada de él sobre mí. -Cierra los ojos.- Me susurra al oído y hago lo que me pide. –No los abras aun.- Dice y no entiendo nada hasta que escucho su voz en mi oído. -Siento interrumpirlos, Alexia ¿Podemos hablar?- Me dice y al abrir los ojos me sorprende su cercanía. -Ve, te espero aquí.- Dice Diego y sin que Pablo se dé cuenta, me guiña un ojo. -Vamos afuera.- Sugiero y el asiente.
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