Tuve que tomar algo de dinero de mis ahorros para comprar ropa más presentable para trabajar; traté de no gastar todo el dinero que aún tenía, ya que me pagaran semanal y recibiré mi primer pago hasta el sábado.
Ya era de noche y tenia que preparar la cena para todos ya que Laila me envió un mensaje diciendo que llegaría tarde.
—tía Selene, ¿podemos jugar con Oliver?. — preguntaron los gemelos entrando a la cocina.
—lo siento cariño; pero esta dormido.
—ya que. —murmuraron decepcionados.
—laven sus manos que la cena esta lista. —les recordé. —su madre llegará después.
—esta bien tía.
Eran unos niños adorables.
ellos me empezaron a decir tía y a Laila no le molestaba que lo hicieran.
Después de cenar nos sentamos en el único sofá que tenía, y vimos un rato televisión mientras esperábamos a mi amiga.
después de dos horas tocaron la puerta de mi departamento así que me levante y fui abrir y la vi exhausta.
—gracias por cuidarlos.
—no hay de que.
le ayude con los niños hasta llevarlos a su cama luego le di la cena que había guardado para ella.
—enserio gracias sele. ¿paso por ti mañana?. —preguntó quitando el papel de aluminio del plato
—por favor; porque no quiero llegar tarde. —dije con angustia de no querer llegar tarde En mi primer día de trabajo
—no te preocupes. —sonrío. —descansa y prepárate bien para mañana
—Feliz noche, nos vemos.
Al llegar a mi habitación preparé todo para mañana y deje mi carnet en mi pequeña meza de madera algo vieja para no olvidarlo ya que me ponía nerviosa y al estarlo, olvidaba todo.
.....
Tuve que levantarme mas temprano ya que mi querida amiga, faltando diez para las cinco de la mañana estaba lista tocando mi puerta.
Pero me fue de gran ayuda ya que hice todo, incluso ordené mi departamento y aún así tenía tiempo de sobra. Tome una ducha y salí lo más rápido que pude, me coloque lo que usaría hoy.
Mire el poco maquillaje que tenía para maquillarme, nunca me he maquillado en exceso y solo me pondré lo básico.
—¡sele! Estas lista. —gritó Laila desde la sala.
—!dame un segundo! .
Tome mis cosas y las de mi hermano para después Salir y llegar a ella quien me veía con una gran sonrisa.
—Vaya, que bien te ves hoy sele.
—no lo dices enserio o ¿si?. —pregunté enarcando una ceja.
—claro que si. es más, esa ropa saca esas curvas sexys que ocultas al usar esa ropa holgada.
—ja, ja. —dije sarcástica.
Salimos de mi hogar y al llegar a la guardería deje a Oliver en una cuna porque aún no se despertaba, ni siquiera por el ruido que hacíamos cuando veníamos hacía acá.
—no se preocupe señora; cuidaremos muy bien de su hijo
iba decirle algo pero Laila interrumpió mis intenciones diciéndome que me apresurara
—sele; vamos o se nos hará tarde. — advirtió enojada
—ya voy..
Después de salir de la guardería esperamos en una parada esperando el auto bus para llegar a la central temprano. Cuando llegamos a la central, teníamos tiempo extra así que Laila me mostro todo; donde estaba la cafetería que era en el piso 10 y la oficina de mi jefe que era en el piso 30. Al parecer ella se lleva bien con la mayoría del personal que trabajaban aquí ya que al verla la saludaban como grandes amigos; ojala tenga esa suerte también.
—creo que con eso es suficiente por hoy. —miró su muñeca viendo la hora. —te quedan 10 min para presentarte, recuerda Selene, ten cuidado con él. —repitió su advertencia
—no te preocupes no soy compatible con los hombres que les gusta meter el hot dog en cualquier pan. —hice una mueca de asco.
—jajá.... hay sele; a veces dices unas ocurrencias. mejor me voy, ya va llegar el señor Sebastián. nos vemos en la hora de almuerzo.
—esta bien. Te veo al rato. —me despido de ella.
Yo subí en el primer ascensor y Laila en el segundo, ya iban hacer las siete de la mañana así que debía apresurarme. Al llegar al piso treinta salí mientras veía a mi alrededor, todo era casi igual a la oficina donde trabaja mi amiga, me dirigí hacía donde se suponía que debía estar la secretaria de mi jefe me doy cuenta que no había nadie.
Esperé y esperé hasta que eran las 7: 10 am pero aun no aparecía la dichosa secretaria; me levanté para usar el teléfono de la secretaria y llamar a mi amiga pero me quedé inmóvil al escuchar unos ruidos que provenían del pasillo derecho al fondo, curiosa, caminé hacia el final del pasillo donde era la oficina de mi jefe. Toqué la puerta pero el ruido persistía aún más fuertes y podría jurar que se escuchaban como gemidos.
Así que abrí la puerta para ver que pasaba a dentro.
—¡oh por dios!..
Me quede petrificada, no podía creer lo que estaba mirando, o mejor dicho a quien estaba mirando nuevamente y no como yo deseaba volver a verlo. Al hombre de mi sueños que vi ese día en el restaurante, mi príncipe está.... teniendo sexo con una peli roja encima de su escritorio.
—¡oh si bebé, eres el mejor!.. —grita la peli roja mientras mi príncipe la fallaba.
Pero el se percata de mi presencia, frunció el seño mientras la peli roja pedía entre gemidos que siguiera cogiéndola, la peli roja miró en dirección donde el miraba y al verme me vio con desagrado y se bajo del escritorio mientras bajaba su falda y acomodaba las ligas que sujetaban sus medias, en cambio él solo se dio la vuelta mientras se subía y acomodaba su pantalón.
—nos vemos amor. —susurró coqueta besando sus labios
—claro. —responde con una sonrisa respondiendo al beso
—¿en que te puedo ayudar?. —dijo mientras me miraba de pies a cabeza
"no, no, porque a mi; porque el. Respiro hondo para calmar mi corazón acelerado. bueno solo fue una vez, no es amor real además, el ni me conoce".
—soy Selene Smith, la nueva asistente que contrató su padre para usted. —respondí de manera fría
—me dijeron que llegaría a las 7: 00. señorita.... Smith. —vio mi carnet.
—señor, firme antes de las siete mi entrada y ya son pasadas de siete.
—¡enserio!. —dijo levantándose de su silla
tomó el teléfono y llamo a una tal clara, al cabo de un rato entró por la puerta la misma mujer con la que tenia sexo cuando entre.
—Necesito que ordenes estos papeles para entregarlos en dos horas; no quiero ni un error. —ordenó
—claro amor. —tomó las capetas.
—ya te he dicho que no me llames así cuando estamos en el trabajo. —balbuceó —ahora retírate que tengo trabajo que hacer.
ella no dijo nada solo salió en silencio pero enfadada mientras me miraba de una manera despectiva.
—ahora te diré en que consiste tu trabajo
El sacó una Tablet y lo que parecía un bluetooth último modelo, también unos documentos de un cajón para luego entregármelos.
—usted estará a cargo de programar mis reuniones, los eventos que organizara junto a la asistente de mi padre; me acompañara a todos los viajes de trabajo que haga dentro y fuera del país, entrevistas, programas de televisión, y si yo no estoy aquí por problemas de salud; usted se encargara del trabajo que queda pendiente en mi escritorio.
—esta bien. —afirmé
—¿y que espera entonces?. Una invitación —chasqueo sus dedos varias veces para que me moviera.
Rechine mis dientes molesta por su forma de tratarme pero aún así estoy que me muero de los nervios al estar con el a solas, moví mi cabeza a ambos lados para dejar de soñar despierta, porque la razón de estar aquí era por mi hermano y ya no hay vuelta atrás ya que todo es por nuestro bienestar