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desde esa noche me entregué por completó a Max sin condiciones, sentía mi cuerpo más libre de esos recuerdos tan sombríos que me atormentaban en mis sueños, pero ahora le pertenecía solamente a él, y aunque tenga esos recuerdos de esa noche tan horrenda que pasé; cada besó, cada caricia que dejó en mi piel Max hacían que mi cuerpo estremeciera al recordar que soy suya haciéndome olvidar ese tormento que me acompañará hasta la muerte.
Pero Max dijo que con todo el dolor de un hombre esa noche sería la única que me volvería a tomar como su mujer ya que dice que quiere tomarme como su mujer ante la ley de Dios y del hombre, para que no haya malos entendidos para los demás de que vivíamos en fornicación.
Para mi era una tonta superstición, pero para la mayoría de su familia no pensaba
