CAPÍTULO 5

920 Palabras
Había llegado el día en que viajaríamos a Rusia, y lo peor es que tengo unas enormes ojeras ya que anoche no logré cerrar mis ojos al solo ocupar mi mente pensando en el viaje donde prácticamente estaría a solas con él por mucho tiempo. Por tercera vez revisé que todo estuviera ya listo, maletas de Oliver,.. mis maletas.... —Si. todo listo, solo espero no olvidar nada en casa. —amiga. ¿llevas todo?. —preguntó Laila acercándose a mi. —bueno, aunque olvidarás algo ya no podrías ir a casa porque tu vuelo salen en un par de minutos —Tienes razón pero gracias a dios si tengo todo, pero estoy un poco asustada..... es que nunca había viajado en avión. —balbuceé nerviosa. —tú tranquila; verás que todo saldrá bien; .. Pero te echaré de menos. —susurró abrazándome —yo igual. —correspondí a su abrazo —Selene, Puede apresurarse; se nos hará tardé. —dice mi jefe para que me apresurara —enseguida voy. —hablé mientras tomaba a Oliver en mis brazos me despedí de Laila para después seguir a mi jefe; ya las maletas estaban en el jet privado y yo estaba más que sorprendida; pensé que viajaríamos en un avión con personas; no en un jet. estaba tan nerviosa y creo que él lo notó. —relájese señorita; el jet es seguro; siempre es revisado antes de cada viaje. —dijo un empleado. —permítame, le ayudare con su hijo. —dijo mientras tomaba a Oliver No le contradije al pensar que Oliver era mi hijo si daba igual si lo creían así. Al entrar pude observar que todo era lujoso; nunca había visto algo así, era sorprendente viajar así con estilo. —por aquí señorita. —me guió hasta mi asiento que estaba frente al de mi jefe. —serán cinco horas de vuelo póngase cómoda. —dijo mientras se retiraba. al poco tiempo una voz masculina nos aviso que nos abrocháramos los cinturones y al hacerlo el jet empezó a elevarse. cuando alcanzó una altura donde se podía apreciar mejor el cielo y las nubes, no pude disimular mi asombro porque era hermoso el paisaje que tenía frente a mí, en verdad que ahora estaba agradecida por haber llegado a Phoenix. Después de dos horas de viaje Oliver se quedo dormido y será mejor que yo también duerma porque el viaje será largo. Me acomodé para poder dormirme pero observe por unos instantes a mi jefe Max quien se encontraba también dormido. Lo mire por un largo tiempo mientras suspiraba como una enamorada por él, pero era inevitable, sus labios eran perfectos, rojos y delgados, nariz fina, cabello ondulado, su piel tan tersa y blanca, su rostro era tan perfecto, no se si en verdad era perfecto, o lo veía así porque lo amaba. —no puedo creer que mi Príncipe sea mi jefe. —musité sin dejar de observarlo mientras cerraba mis ojos. > Parpadeé un par de veces hasta despertar por completo y lo primero que vieron mis ojos fue a mi asistente peli negra y un poco morena, dormir plácidamente. En mis 25 años de vida era la primera vez que una mujer permanecía en mi mente tanto tiempo. Ahora como presidente de la compañía de mi familia debía dar una buena imagen, pero por culpa de esta chica tenía enormes ojeras. Toda mi vida he vivido rodeado de lujos y buenas comodidades y Desde los trece años siempre obtuve a cualquier chica que yo deseara, nunca me faltó nada; y no necesitaba una relación formal con nadie porque si la tuviera no tendría todas las libertades que tengo ahora, y una de esas libertades es la excelente aventura que tengo con mi secretaria, una candente peli roja que por desgracia decidí no traerla en este viaje ya que seria una distracción para mi reunión en Rusia. Hasta hace poco todo iba bien en mi vida, todo marchaba bien hasta que ella apareció; nadie jamás me había rechazado, y a un más a levantarme la voz; sólo una mujer me habló así una vez, pero es la mujer que me dio la vida. he tenido varias asistentes pero no duraban ni la semana trabajando para mi, pero ella... logró estar dos meses trabajando y consiguiendo la permanencia. y como podría negarle su puesto si ha hecho su trabajo a la perfección a pesar de que fui tan duro con ella. Noté que habíamos llegado así que me acerqué a ella para despertarla pero la observé por un instante, notando que en realidad ... es linda, pero estaba seguro que la he visto en algún lugar, pero en donde... —mi príncipe. —murmuró dormida para luego sonreír. ¿será que tiene novio? Será por eso que me rechazó; ... pero mi papa me dijo que no tenia ningún compromiso con nadie, ¿acaso habrá mentido? Sus labios era tan hermosos; eran de un rosa natural; no usaba maquillaje en exceso como clara, no pude resistirme y me acerqué más a ella y sin darme cuenta mis labios estaban acariciando los suyos, quería probarlos, quería describir su sabor; me acerqué mas y empecé a mover con lentitud mis labios sobre los suyos. no me di cuenta cuanto tiempo estuve haciéndolo ya que eran tan suaves que seguí disfrutándolo hasta que ella abrió los ojos y me empujó molesta haciendo que me caerá sentado sobre el suelo. —¡ya le dije; es trabajo por lo cual estoy aquí!. —dijo levantándose para después tomar al niño en brazos y bajar del jet. ¿como demonios me deje llevar? ¿como paso?. Pero no iba a negar que que saben deliciosos; ni los besos de la pelirroja clara se comparaba con este beso. —¡demonios, que me pasa con esta mujer! en que me estoy metiendo
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