Olvidaba lo mucho que le molestaba que hiciera mis típicas escenas de celos... Olvidaba lo difícil que es ella cuando se enfada, pero me lo ha recordado todo en tres minutos al cerrar la puerta del baño de un portazo y metiéndose a bañar ignorando que le he seguido y llamado unas tres veces. 《Vale Leo, tú la has cagado... ahora lo tienes que arreglar.》 Pienso y abro la puerta del baño. Es ver su silueta a través del vidrio de la mampara de la ducha y sentir que mi cuerpo comienza a arder. —Mi vida... discúlpame, ¿si?— Le pido parado desde abajo del marco de la puerta. —Sabes que odiaba que fueses celoso y eso no ha cambiado...— Se queja lo suficientemente alto para que le escuche. —Lo sé, pero no pude evitarlo al escucharle coqueteándote tan descaradamente. — Me defiendo y termino de en

