Si mi amor por William no fuera sincero segúramente ya hubiera presentado mi renuncia, creí que lo ocurrido con Alex había quedado claro, pero al parecer no, William se comportaba muy cruel conmigo, supongo que era su manera de alejarme y de hacerme perder nuestra pequeña apuesta, Por supuesto que eso no iba a pasar, aún no iba a dar patadas de ahogado, él iba a ser mío, y yo iba ser suya, estaba destinado a ser así, pero con todo el trabajo que me dejaba, era difícil tener tiempo para él, casi me ponía a pasear al perro de su vecina, me sentía un poco frustrada pero no derrotada, La fiesta para su cumpleaños sería dentro de dos días más, aún no sabía que regalarle, ¿Qué se le puede dar a un hombre rico que lo tiene todo?, si, exacto, no sabía que hacer, pensé en unas camisas, tal vez