ENNIO/ SANTINO Disfruto del sabor amargo del café que acaban de traerme mientras observo la ciudad despertar. En pocas horas han pasado tantas cosas que la noche parecía nunca terminar, pero suspiro al ver los primeros rayos del sol iluminar el cielo sintiendo un repentino alivio junto a intenso sentimiento de anticipación. Se que lo que paso hace apenas unas horas no es nada comparado a lo que esta por venir. Hace un rato cuando desperté Circe ya no estaba en la cama y Artem estaba saliendo de la ducha. Cuando le pregunte donde estaba ella me respondió que había ido al gimnasio. Me imagino lo molesta que debe estar mi mujer, pero Circe no se alcanza a imaginar lo difícil que sido para mí estar a su lado desde las sombras. Ella no sabe que se convirtió en la persona más importante en