46

1098 Palabras

El hombre frente a ella no le respondía nada y la castaña estaba comenzando a desesperarse. —¡Respóndeme! —gritó frustrada. —Entra y vámonos —dijo abriendo la puerta detrás del vehículo—. No es seguro. —¡No me voy a ir contigo, Tyrell! Me dejaste a mí y a él, ¡LO DEJASTE! —gritó enojada, golpeando un poco más su pecho estaba apunto de dejar caer más lágrimas. —Sube al auto, Katia —dijo sin mostrar alguna expresión—. Abriste la boca al hablar con la policía ya no es seguro. —Vete al diablo —dijo con rabia y caminó lejos de él, para regresar a su casa. —¿Creíste qué te dejaría sin protección? —dijo ella detuvo su andar para girar lentamente a mirarlo. —¿Qué dijiste? —dijo Katia, con varias lágrimas en sus ojos. —Llevo meses cuidando de ti. Nunca dejé de hacerlo, pero no tenía órdene

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR