Capítulo XLIX-3

1219 Palabras

—¿La está viendo ahora? —Sí, de su brazo. —Pero no por eso deja de ser mi sobrina —sollozó la señora Maylie, recogiendo a la desvanecida joven en sus brazos—. Ni va a dejar de ser mi querida niña. Ahora ya no la dejaría marchar, ni por todo el oro del mundo. Mi dulce compañía, la niña de mis ojos… —La única amiga que conocí —sollozó Rose, abrazándose a ella—, la mejor y más cariñosa de las amigas. El corazón me va a estallar. No puedo… no puedo… soportar tanta emoción. —Tú has soportado eso y más, y te has convertido en la criatura más buena y más cariñosa, prodigando felicidad a cuantos te rodean —dijo la señora Maylie, abrazándola tiernamente—. Vamos, vamos, querida, recuerda quién es el que está esperando para estrecharte en sus brazos, pobre niño… ¡Míralo, míralo, hija mía! —Tía,

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR