Narra Anna Nos acercamos un poco más a la mesa donde se encontraban los señores inspeccionándome de pies a cabeza. —Ellos son mis abuelos maternos, Pietro y Giorgia Ancelotti, mis abuelos paternos; Federico y Lucia —asentí a modo de saludo. Mi corazón se detuvo al observar que una de las señoras me observaba con evidente desagrado, como si fuese poca cosa. Mientras los demás me observaron con una gran sonrisa en sus rostros. —¡Felicidades hijo! Te has conseguido a una hermosa mujer —dijo Giorgia, se me acercó y me abrazó. —Giorgia tiene razón, es una hermosura —dijo Pietro. —Estoy muy orgulloso de ti, hijo. Es una belleza tu novia. —dijo Federico sonriéndole con aprobación Les sonreí tímidamente. Leandro observó a su abuela Lucia. Creo que a ella no le caí bien. —Vengan a se