POV CLARA Mientras caminamos por la aldea, siento las miradas de todos sobre mí. Es como si cada paso que doy estuviera siendo evaluado, juzgado. Las expresiones en sus rostros varían entre curiosidad, desconfianza y, en algunos casos, desaprobación. Mi corazón late con fuerza, y la presión de sus miradas me hace sentir incómoda y vulnerable. Hernán, sintiendo mi nerviosismo, aprieta mi mano con fuerza, como si quisiera transmitirme su apoyo y seguridad a través del contacto. Trato de concentrarme en él, en su presencia reconfortante, mientras seguimos avanzando. Finalmente, llegamos a una pequeña cabaña al borde del bosque. Hernán se detiene frente a la puerta y llama suavemente antes de abrirla. —Vamos, Clara —dice, dándome un apretón final en la mano antes de soltarla y empujar la p