Desde hace un par de días hemos regresado a Boston y aunque Dante ha dado un cambio del cielo a la tierra, siento que algo no anda bien. No sé qué es lo que sucede, pero a veces lo encuentro sumido en sus pensamientos y sé que puede ser solo problemas en la oficina y el nuevo complejo que están levantando con Hiroki. Pero mi sexto sentido me dice que hay algo más. Sobre todo, cuando Celina está cerca. Ella está feliz, muy feliz para ser una mujer que vive con cara de haberse chupado un limón. ―Jenna. Levanto la mirada y me encuentro a Logan entrando a la oficina del restaurante con un plato. ―Hice panna cotta y te he traído un poco. Pongo las manos sobre el escritorio y sonrío. ―Dios, eres el mejor. Lo pone en la mesa y como siempre, sabe a gloria. Lo cómo mientras hablamos de to