La idea de entregar a Leticia lo que encontré de Celina me dio mil vueltas en la cabeza. Así que he decidido que lo voy a guardar como un comodín. Más aún cuando Dante me ha dicho que Celina quiere venir a vernos. Según él, ella está algo triste al no poder estar cerca de sus nietos. Sí, claro. Como si Damián le interesara. Pero, no me preocupa su presencia, no cuando tengo un as bajo la manga. ―Cariño, no estás mirando. Parpadeo y es cuando salgo de mi letargo para recordar que estamos en uno de los partidos de soccer. Mis padres están sentados delante de nosotros y todos estaos apoyando a Damián. ―Lo siento ―le doy una sonrisa apenada y escuchaos los gritos de la grada contraria. Miro al frente y vemos como Damián atraviesa el campo llevando la pelota. Me pongo de pie al tiempo