Carolina, Clara y yo nos escabullimos hacia la parte trasera del coche, era una camioneta cerrada color negra, habían unas personas sentadas frente a su coche a unos metros de nosotros, pero estaban un poco lejos y, además, ellos estaban en su asunto. Barbara se encontraba en la orilla del lago para cuando Blake decidiera salir. —¿Cómo se supone que vamos a abrir el auto? —quise saber, mirando para la dirección en donde estarían los chicos. Estaban a dos autos, pero no nos miraban. Ni yo a ellos. —Hay que romper el cristal —sugirió Carolina. Clara la miró con horror. —Obvio no, eso hará mucho ruido y todo saldrá mal —nos hace saber. —Pero ¿cómo vamos a hacer entonces? —me crucé de brazos. Carolina niega con la cabeza y se queda pensativa, yo también pienso. Quizás ese chico nos atrap

