Alex se sentía terrible, le había sido infiel a su esposo, y se sentía la peor persona del mundo, ahora como iba a verlo a la cara, ¿Cómo iba a disculparse?, se sentía tan confundida, por que no dejaba de pensar en Franki, en lo bien que la pasó con él y a pesar de todo, ella no se arrepentía de lo que hizo. Estuvo muy tentada a marcarle a su marido y confesarle la verdad, decirle que lo lamentaba y que la perdonara, ¿Pero eso era algo justo?, ¿Quería eso de verdad?, ella lo hizo a pesar de que sabía que estaba mal, entonces, ¿Era justo pedir perdón?. —¿En donde estabas? —preguntó Joseph al ver llegar a su hermana, completamente desalineada, como si no hubiera dormido en toda la noche, Alex se puso muy nerviosa y desvío la mirada, ¿Qué podía decir?. —Salí a caminar. —¿Toda la noche?.