En silencio espero a que el sol se ponga y la puerta de la habitación se abra para verlo, tengo ocho meses de embarazo y es ahora, que los remanentes del ejército del antiguo duque Simón Delattre intentan iniciar una guerra contra Darlack. – Tienes ropa que te cubra, una sombrilla, guantes, no deberías ir, eres el rey, te quedas atrás como un buen dirigente desde tu escritorio engordando al lado de tu esposa. Me sonríe – no tardaré – y me da un beso. Es de esta forma cuando llega una guerra y quizá, es a causa de mi embarazo que me siento tan molesta o tal vez, es porque no quiero quedarme atrás. Si fuera como Tempestad caminaría a su lado y no tendría miedo, pero lo tengo, cualquier cosa que ponga en peligro mi vida también pondrá en riesgo la vida de mis hijos. – Él estará bien – di