La condesa Sofía Le Roux llegó tarde al festival de invierno, miró a los invitados y levantó su falda para caminar más de prisa y llegar a la mesa de la familia real. Sir Fournier trató de detenerla y ella lo fulminó con la mirada. – Condesa, espere un momento – insistió David y anunció su presencia. La princesa Carolina terminó de beber – estoy esperando por el día en que pueda recargar su espalda contra una pared y ver cuántas de mis flechas dan en el blanco. Robert miró hacia la mesa y al recorrerla con la mirada descubrió que Nicolás no había regresado e Iris tampoco estaba. El ruido de los tacones de Sofía era una clara muestra de su enfado – soy su madre Robert, no puedes negarme el derecho de verlo. – No es mi intención – admitió y vio a sir Magnus bajar los escalones. Richar