“Hay que seguirlo”
Decirlo fue más fácil que hacerlo, apenas Lilith dio un paso en el pasillo, el piso se torció y se convirtió en un túnel que se reducía conforme avanzaban.
Lilith suspiró.
– No es tan largo – dijo Percival tocando la pared – vamos – se apoyó en las paredes y se fue agachando entre más profundo iban, Lilith iba detrás suyo – se supone que dentro del espacio mental el tiempo transcurre más lento.
Lilith asintió – depende de qué tan profundo bajes, pero sí, para nosotros el tiempo es más lento.
Percival se tranquilizó un poco, porque no podía olvidarlo, mientras Lilith estaba con él, había un demonio ocupando sus cuerpos.
Cerca del final, el túnel fue tan pequeño, que tuvieron que acostarse y arrastrarte. Salieron por un espacio ovalado que daba a un pasillo largo con
