Ofelia miró los anteojos – buen trabajo – no lo esperaba, especialmente después de ver la hoja de evaluación de Antonio – esto es lo que haremos, en cuanto el hotel envíe a sus hombres, activaremos el hechizo, atacaremos y nos dividiremos – acomodó las piezas – todos llevarán grabadoras, se activarán en cuanto el bloqueador deje de funcionar, y entonces – levantó la mirada – conseguirán pruebas de que el hotel Damira ha estado escondiendo a los seguidores del abismo. Vencerlos, atraparlos y llevarlos ante la justicia era demasiado idílico, lo que Ofelia quería, eran pruebas, entonces el gobierno tendría que involucrarse y el lugar cerraría. – Será a las cuatro de la tarde. ***** Eran las tres veinte. Lilith seguía con los brazos cruzados, la espalda recargada sobre el respaldo de la s