Lilith abrió los ojos, lo primero que vio fue la fortaleza de Pría, después el bosque, los riscos donde las olas golpeaban con fuerza y al dar la vuelta, vio un edificio viejo, de cuatro pisos y en un diseño moderno que no combinaba con la fortaleza en el otro extremo de la isla. Caminó hacia la entrada que tenía escaleras y una rampa en curva, más arriba vio un letrero – clínica mental, Vignon. Su padre le mencionó una vez, muchos años antes, sobre la clínica Vignon, que atendía por igual a magos y mundanos, era todo lo que recordaba. Subió los escalones, las puertas automáticas se abrieron y al instante, sintió el aire frío, no importaba que trajera un suéter, esa sensación la tenía en los huesos, hacía mucho frío. Las paredes se veían negras y cubiertas de moho, las lámparas en el t