No podía sacarse de la cabeza las palabras de Vladimir, el hombre del cual se había enamorado se había convertido en un hombre que le causaba terror cuando recordaba su forma fría y tenebrosa cuando le dijo que si en verdad quería saber donde se encontraba Joseph
Ha pasado dos semanas desde que Joseph desapareció y desde entonces tampoco ha querido ver a Vladimir, en cambio trata de evadirlo lo mas que pueda por temor a volver a ver sus ojos llenos de oscuridad.
—Amiga, debes comer algo.
Karen observa la comida en el plato, suspira y le da la espalda mientras su mente es un caos ya que ni siquiera podía pensar en lo que le podría pasar si ella iba a la policía para decirles que su amante tenia cautivo a su despreciable esposo “Lo odio, si. Pero jamás podría desearle el mal a Joseph”
Si
