Felicity salió del auto, miró con los ojos abiertos salvajemente a la gran casa frente a ella. No podía creer que esta es la casa del pequeño Ray y que también será su hogar de ahora en adelante. Ella miró a Raymond que estaba a su lado ahora, se veía cansado y un poco borracho ya que recibió muchos brindis de la gente en la fiesta de recepción -¿Vives aquí?-
-Uh huh- respondió Raymond asintiendo, se aflojó la corbata y se quitó la chaqueta del traje, la dobló sobre su brazo antes de mirarla -¿quieres entrar o quieres quedarte aquí?-
-Quiero entrar- se apresuró a responder, siempre había tenido miedo a la oscuridad y ahora es tan oscuro y tarde. Raymond asintió y comenzó a caminar adentro mientras Felicity lo seguía. Deberían haber estado en casa hace mucho tiempo, pero Raymond elig
