Un mes después, Raymond estaba en la sala de conferencias del imperio Baldwin, teniendo una reunión con la junta directiva cuando la puerta se abrió de par en par e irrumpió un Desmond muy enojado.
Todos lo miraron sorprendidos porque apenas ven al viejo presidente tan enojado que es como si le salieran humo de los oídos y todos rezaran para que no fuera el motivo de su enfado.
-¡Raymond!- Desmond gritó -¿cuál es la tontería que he escuchado?-
Raymond suspiró, si su abuelo lo llamaba Raymond, entonces debe estar realmente enojado con él, -abuelo, no sé de qué estás hablando-
-¡Qué absurdo!- Desmond golpeó la mesa con la mano haciendo que todos saltaran, incluido Raymond, -no te atrevas a actuar como ignorante conmigo- advirtió.
-Abuelo, ¿por qué no te calmas y hablemos en mi oficina?
