Durante el fin de semana, Felicity estuvo en la cocina con Mercy. Estaba sentada en la silla de la cocina, contándole a Mercy una historia que leyó en un libro mientras Mercy le preparaba la cena. El timbre de la puerta sonó y Mercy la miró suplicante -cariño, ¿serás un amor y abrirás la puerta?- -Sí, niñera Mercy- se puso de pie y corrió hacia la sala de estar, abrió la puerta y la conmoción cubrió su rostro antes de convertirse en sorpresa y luego cambiar a emoción -¡tía Katy!- Ella gritó. Katherine se tapó los oídos brevemente con una sonrisa antes de abrir los brazos e invitarla a un abrazo a lo que Felicity obedeció de inmediato. Al escucharla gritar, Mercy salió de la cocina y sonrió cuando vio a la persona -Katherine, no me dijiste que ibas a venir- Después de besar a Felici