Isabella queda confundida con el pedido de Nora. ¿Acaso le está pidiendo que espíe a su esposo? Nora, quien nota su cambio de semblante, se levanta y se acerca a ella. —Te estoy pidiendo esto porque eres la persona más cercana a mi hijo en este momento y él, luego de la muerte de su esposa, ha estado muy alejado de todos. No permite que nadie lo ayude. La única que puede hacerlo eres tú. —Bueno… él tampoco confía demasiado en mí, así que… —Estoy segura de que podrás conseguir algo. No lo tomes a mal, solo quiero estar enterada de sus movimientos para poder ayudarlo cuando lo precise. No quiero que él tome decisiones equivocadas que pongan en peligro nuestro bienestar familiar. Antes de que Isabella consiga responder alguna cosa, la puerta se abre y Antony, el esposo de Nora, entra.

